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lunes, 29 de octubre de 2012

Prisioneros del destino.

La misión de Brody Carter no iba a resultar fácil... con cualquier otra mujer lo habría sido, pero no con Michaela Doucet. Aunque apenas conocía a la provocativa bruja cajún, su bello rostro ya lo perseguía en sueños. Brody sabía que las mujeres como Michaela nunca se interesaban por tipos como él, llenos de cicatrices y tan amargados que les daba igual lo que el mundo pensara de ellos; pero eso carecía de importancia, porque ahora debía protegerla de los licántropos que la querían ver muerta. Aunque aquella decisión le cambiara la vida. Aunque fuera una locura. Brody no tenía elección. Nunca la había tenido

La sombra del lobo.


Al volver al hogar, Jeremy Burns comprendió que toda su existencia había sido una farsa... como si mandar al infierno a otro licántropo asesino fuera la misión de su vida. Pero al volver a ver a Jillian Murphy después de diez años, Jeremy supo que ya no podría olvidar lo mucho que la deseaba. La bruja del clan de los Crestas Plateadas le pertenecía por derecho; pero el destino y el miedo se habían confabulado contra los dos en su juventud y habían expulsado al cazador de su hogar. Jeremy y Jillian tendrían que unir fuerzas para enfrentarse al enemigo que amenazaba con destruir la estabilidad del clan. Y cuando lo consiguieran, Jeremy
no volvería a negarse lo que más deseaba en el mundo: a Jillian.
Ella le pertenecía. Y, esta vez, se aseguraría de que lo supiera.

Hambre de deseo.


Cinco segundos antes, Mason Dillinger habría jurado j que no le podía pasar a él... que la mujer perfecta para él no existía. Y entonces, la encontró en un restaurante abarrotado.
El olor de la dulce y humana Torry Watson desató en su interior una necesidad explosiva que jamás recibiría la aprobación de los miembros de su clan. Además, el licántropo asesino al que estaba siguiendo había captado su atracción y había puesto los ojos en Torry.
Obligado a mantenerla a salvo del asesino, que ya era una amenaza grave para el clan, Mason se enfrentaba a un reto mayúsculo. ¿Tendría el valor de cruzar la línea y ofrecer a Torry el pacto de sangre que la haría suya para siempre, una deslealtad a la que pocos de su especie sobrevivían? ¿O estaría condenado a una vida sin amor?

Sed de pasión


El despertar largo tiempo pospuesto
Nadie habría sospechado nunca que el sheriff Riley Buchanan, héroe local de Henning, se dejaría controlar por el miedo cerval a que llegara un día en que la sangre de sus ancestros lo transformara en un monstruo.
Ahora, perseguido por los brutales enemigos de su familia, Riley tendrá que continuar con la búsqueda de unas antiguas y poderosas armas y, en esa búsqueda, deberá hacer frente a la mujer a la que renunció años atrás.
Hope Summers seguía encendiendo su pasión, un deseo insaciable de tomar su cuerpo y su sangre, de poseerla de todas las maneras posibles. Pero sabía que tenía que mantener las distancias. Sin embargo, el destino tenía otros planes.

Sed de venganza.


La rendición definitiva
Saige Buchanan recorría el mundo investigando su misterioso pasado, guiada por un extraño don que le permitía «escuchar» los secretos que los objetos le contaban. Sin embargo, nada podía protegerla de los sádicos enemigos que perseguían a su familia. Hasta que su camino se cruzó con el de un enigmático y atractivo teriántropo.
Michael Quinn había sido enviado a recoger a Saige Buchanan, la mujer cuyo merrick estaba a punto de despertar y la única a la que no era capaz de resistirse. Sólo él podía hacerle conquistar todo su poder, pero al hacerlo destruiría su inocencia y la dejaría marcada para siempre.

Sed de sangre.


El despertar de un deseo voraz

Ian Buchanan estaba empeñado en llevar una vida «normal» e ignorar unos perturbadores y repetitivos sueños en los que sucumbía a sus deseos más salvajes. Pero entonces apareció en su vida Molly Stratton, quien afirmaba compartir unos sueños muy sensuales con él.
Molly aseguraba tener un mensaje de la difunta madre de Ian que le advertía de que un peligroso enemigo estaba cerca. Había llegado el momento de que Ian dejara salir a la criatura salvaje que llevaba dentro, una criatura con unos deseos insaciables que él debería aprender a controlar antes de que los arrollara a ambos…

Pistas del lobo.


TJ Lynus es una leyenda en Granite Lake, tanto por su actitud tranquila y su torpeza. La aceptación despreocupada de su manada se desvanece, sin embargo, cuando su posición como el mejor hombre trae con el a alguien que no esperaba. Su compañera. Su muy humana compañera. De pronto, una cosa esta muy clara: si intenta reclamarla, su habitual actitud tranquila no lo va a detener.
Después de cumplir con sus deberes de dama de honor, Pam Quinn tiene el tiempo justo para un viaje salvaje a Yukon, antes de regresar al sur. La atracción inmediata entre ella y TJ le tienta a disfrutar del Placer del Norte, pero cuando el deja caer la bomba de "para siempre", ella ha cambiado de opinión. En su mundo, el amor verdadero es un cuento de hadas que rara vez, o nunca, se hace realidad.
Muy bien, así que tal vez organizar un secuestro no fue la mejor idea de TJ, pero por lo menos Pam esta de buen humor para aceptar su pacto. Le llevara por todo el paisaje del norte que pueda soportar, y no le rompera sus rodillas.
Y ahora, para convencerla de que los cuentos de hadas pueden rehacer su mundo, y que siempre vale la pena luchar por ello.

Al límite del deseo.

Damaris estaba harta de ser el ángel de la Guarda de Uziel. Cierto que era un mujeriego y un manipulador, pero no era su “agradable” carácter lo que le enfurecía si no que estaba obligada a proteger a un demonio.
Uziel vivía por y para el placer. Su misión era corromper las almas de los hombres para condenarles al Infierno, y de paso librarse de ir al Paraíso –prisión de alta seguridad en medio del Inframundo– si no llegaba al cupo mensual de objetivos cumplidos.
¿Quién le iba a decir que desde el momento en que despertó en la morgue del hospital público, a dos días de Navidad, encontraría la luz que iluminaría su vida?
Un demonio excitado por un ángel, y que luchará por librarse de ir al Paraíso.
Un ángel Guardián que querrá deshacerse de su protegido, ansiosa de tener unas “vacaciones”.
Mientras, a su alrededor, la lucha entre el bien y el mal les salpicará a ambos.
¿El amor les salvará?
¿Y el deseo? 
La línea que separa el bien del mal es muy fina, atrévete a traspasarla.
¿De qué lado estarás?

viernes, 19 de octubre de 2012

Jinete inmortal.


La bella, poderosa e inmortal Limos mantiene una encarnizada lucha con su destino, pues ha sido marcada como la compañera del mismísimo Satanás, un ser celoso que la quiere toda para sí mismo. La única forma que tiene esta Jinete del Apocalipsis de mantenerse a salvo —tanto ella como a la humanidad— es guardando las distancias. Pero ni siquiera una hembra como ella puede protegerse de sus propios secretos... o resistirse al seductor atractivo de un valeroso humano.

Arik Wagner sabe mejor que nadie lo que significa el dicho de que «el amor duele», pero nunca se imaginó que por robarle un beso a Limos se metería de lleno en el Infierno. Literalmente hablando. Para sobrevivir a las torturas a las que le someterán los demonios tendrá que hacer uso de toda su disciplina militar. Pero una vez que regrese a la superficie, se dará cuenta de que la agonía sólo acaba de empezar.

Con el Apocalipsis cerniéndose sobre nuestro mundo y Satanás demandando a su compañera, ¿podrán Arik y Limos sucumbir al ardiente deseo que los consume? ¿O será su pasión la que desate el Infierno en la Tierra?

Jinete eterno


Están aquí.
Son jinetes.
Los cuatro jinetes del Apocalipsis.
Su nombre es Ares, y el destino de la humanidad descansa sobre sus poderosos hombros. Si cae presa de las fuerzas del mal, el mundo caerá con él. Como uno de los cuatro guerreros del Apocalipsis, es mucho más fuerte que cualquier mortal, pero ni siquiera él puede luchar eternamente contra su destino. No cuando su propio hermano trama algo contra él.
Pero existe una última esperanza. Poseedora de un don que otros humanos no pueden o no quieren comprender, Cara Thornhart es al clave para la seguridad de Ares y de su destino. Pero involucrar a Cara resultará ser arriesgado, más allá del enloquecedor y peligroso deseo que los domina nada más conocerse. Pues mantener a raya la oscuridad eterna podría tener un precio escalofriante: la vida de Cara.